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Antes de la venida de los árabes a España, un monje llamado Quirico había fundado un monasterio en el lugar que ocupa hoy Monistrol, Barcelona. En dicho monasterio recibía cultos una efigie de la Monserrate. Al invadir los árabes la península española, los fieles temerosos de que la imagen fuera profanada, lo ocultaron en una gruta del monte de la Monserrate.

 

Pasaron los años y nadie recuerda la imagen. Dice entonces la tradición que a fines del siglo IX unos pastores que apacentaban ovejas en las laderas del monte de Monserrate, vieron asombrados que todos los sábados, sobre un punto, caían lluvias de estrellas, subían a los cielos divinas armonías. Cundió la nueva y el Obispo de Vich, luego de realizar una búsqueda encontró la imagen que estaba oculta en el interior de la cueva. Pensó en trasladar la imagen a otro lugar, pero al intentar hacerlo, la imagen comenzó a crecer asombrosamente de peso, haciendo imposible el viaje. Quedándose la imagen en la montaña se le conoció luego con el nombre de Nuestra Señora de la Monserrate. Obispos, pontífices, sacerdotes y fieles peregrinaban a ofrecerle a la Santa sus obsequios espirituales, convirtiéndose el santuario en uno de los más famosos del mundo. Anualmente suben a su trono en la montaña no menos de doscientos mil devotos. Esa es la historia de la Virgen Morena, Reina de Cataluña y Patrona de todos los mocano.

Patrona La Virgen de la Monserrate

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